Desde hoy 28 de mayo rige en todo el país la
nueva normativa de la Afip
que obliga a quienes adquieran paquetes turísticos y deseen comprar divisas
extranjeras, a brindar información adicional sobre destino, fecha de salida y
regreso y motivo del viaje, entre otros.
Está claro que se trata de una medida que
prevé mayor control, incluso según los fundamentos vertidos por el propio
organismo fiscalizador. Pero ojo, me permito compartir lo que me comentó el
pasado viernes el titular de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viajes, Julio
Altamirano y aclarar que no soy, ni mucho menos, kirchnerista.
Sobre la medida oficializada por el Gobierno
Nacional a través de la Resolución General
Nº 3.333 publicada en el Boletín Oficial; y sobre las críticas en torno al escenario
de creciente control económico sobre la compra de divisas extranjeras,
Altamirano aseguró: “No lo vemos como una mala medida”.
Y explica por qué.
Todos sabemos que la insistencia del Estado
Nacional en controlar la compra de divisas extranjeras –principalmente el
dólar- es justificada de manera oficial en el objetivo final de desalentar su
circulación y así alentar la pesificación transaccional. Esto grosso modo, -grossísimo modo-.
Dejando de lado cualquier crítica que podemos
tener –que en mi caso son muchas- sobre los modos que tiene el Gobierno de
llevar adelante medidas cada vez más impopulares; y sin meter en la misma bolsa
numerosísimas disposiciones de control rayanas en el socialismo, me parece
interesante tener en cuenta las afirmaciones de Altamirano.
Él asegura que la decisión es una “excelente”
medida teniendo en cuenta las dificultades con que se chocan actualmente miles
de argentinos que desean adquirir dólares para viajar al exterior.
“Actualmente, con este escenario de control
de la Afip por
sobre la compra de divisas extranjeras, cualquier persona que deseaba adquirir
dólares no puede porque apenas le preguntan para qué los quiere y contesta
´para viajar`, lo colocan en el terrible casillero de ´compra por tenencia`”,
explica Altamirano.
En criollo, la Afip no tenía –hasta hoy- catalogada
la venta de divisas para objetivos como viajes de placer y, automáticamente, te
catalogaban como un “acopiador de dólares”, negándote su adquisición.
“Ahora, la Afip te abre una ventana para que puedas comprar
dólares”, dice Altamirano; y ojo, aclara que esta opinión lejos está de ser un
juicio de valor sobre la medida global de controlar toda la compra de divisas,
dispuesta hace algunos meses por el Gobierno Nacional.
“Lo que quiero decir es que hasta ahora, como
estaban dadas las cosas, los turistas no podían comprar dólares para viajar. A
partir de esta medida, el viaje se encuadra dentro de ´Turismo`, lo que abre una
nueva posibilidad para comprar la moneda extranjera”.
El debate está abierto y no se trata de un
tema que pueda ser tomado a la ligera. Es más control, claro. Pero las
críticas, estimo, deberían hacerse –o continuar haciéndose- sobre la mera
disposición de controlar la compra de divisas y no sobre este tema particular
que, en palabras mismas del titular de la Asociación Cordobesa
de Agencias de Viajes, “es una ventana” dentro del régimen de autoritarismo de la Afip.
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