Otra vez no empiezan las clases en Córdoba. Ya no sabemos si
es noticia, pero cada año, en febrero, se habla del no inicio del ciclo
lectivo. La novedad esta vez es que no será por el mal estado de los
establecimientos educativos, como todos los años, sino por un conflicto
salarial.
¿Los datos? La
Unión de Educadores de la Provincia (Uepc) pide un
aumento que supere lo propuesto por el Gobierno Nacional (20%), pero tras una
fracasada reunión ayer con el Ministerio de Educación, el titular del gremio,
Juan Monserrat, anunció un paro de 24 horas y movilización por el Centro de Córdoba
para el martes 28. La
Provincia , por su parte, ofreció un 25 por ciento escalonado en
cuatro veces durante el año, adelantándose al índice anual de inflación. Pero no
fue suficiente para los docentes y tras una reunión plenaria de delegados, se
decidió realizar medidas de fuerza.
La gresca es de difícil análisis. Por un lado entendemos que
los docentes de Córdoba están mal pagos, eso nadie lo pone en duda. De hecho,
son uno de los peores pagos del país, muy lejos de Río Gallegos, donde los
sueldos son, al menos, no despreciables.
También conocemos las finanzas de la Provincia. Si bien De la Sota no ha salido a patalear
por la falta de dinero en las arcas públicas como sí lo viene haciendo el
intendente Ramón Mestre desde que asumió, por los pasillos del Panal no se
habla de otra cosa: la necesidad de aumentar la recaudación y de cobrar la
deuda que la Nación
mantiene hace años con la Caja.
Pero también es cierto que una medida de fuerza que afecte
el inicio de clases es un tema hipersensible para el vecino que debe organizar
su año en función de su hijo/a, primero, y que además se preocupa por el nivel
educativo del pequeño de la familia.
Es previendo este tipo de medidas, que la administración pública
dispone el inicio previendo superar los 180 días de clase anuales.
A mi modesto entender, la discusión debería moverse: no
tanto sobre el número de días que se dictan clases o que el chico va a la
escuela. Sino de la calidad. La
Provincia deberían abrir el manualcito de Recursos Humanos y
entender una simple ecuación: Trabajador contento, mejor Trabajo. Docentes bien
pagos y en condiciones de trabajo dignas, chicos mejor educados. Punto. Es
simple.
¿Cómo puede ser que se gaste más en propaganda? Por caso,
Ramón Mestre, a cuatro días de asumir, firmó cheques por más de 300.000 pesos
en publicidad en Canal 10, Radio Mitre y Canal 12, para decir que no tenía
plata. Y esos son los datos de sólo tres días al aire. Hubo más.
A ver: menos publicidad, más educación. Menos marquesina, más
inversión en infraestructura. Menos lobby en Río Cuarto y más planes de
recaudación. Menos fotos con La
Mona y más gira por la zona sur. La Córdoba que sigue no puede
ser la misma de hace ocho años.
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